Eran cerca de mil las personas que participaron en la vigilia de Pascua en Erbil, la capital del Kurdistán iraquí, en una tienda levantada por los fieles y donde cada domingo celebran la Misa. Esa noche el celebrante fue el Cardenal Fernando Filoni, que ya en agosto estuvo en Irak como enviado especial del Papa Francisco.
Después del día de Pascua, el Cardenal celebró en Sulemainja junto a casi 400 familias cristianas. La historia de cada uno de ellas no debe ser olvidada.
ACI Prensa conoció estas historias en Irak al participar en un viaje organizado por el Pontificio Consejo Cor Unum, entre Erbil y Duhok, del 26 al 29 de marzo.