El Arzobispo de Caracas (Venezuela), Cardenal Jorge Urosa, invitó a los fieles a orar en comunidad para que se dé pronto un milagro por intercesión del Venerable José Gregorio Hernández, médico que brilló “por la práctica de las virtudes cristianas” y del que este 26 de octubre se celebran 148 años de nacimiento.

En una Carta Pastoral, el Purpurado recordó que los dos presuntos milagros presentados a la Congregación de las Causas de los Santos fueron estudiados en 1986 y en 2009. “Lamentablemente no cumplieron las exigencias requeridas por esa Congregación para ser reconocidos como auténticos milagros”.

En ese sentido, explicó que “para que una curación sea admitida como verdadero milagro, es absolutamente necesario que sea instantánea y total, no explicable desde el punto de vista médico. No basta una curación lenta y progresiva, ni incompleta o parcial. Tampoco una curación sorprendente cuando se han aplicado los oportunos tratamientos médicos.

“Además, es necesario que los allegados al enfermo hayan invocado expresamente la intercesión exclusiva del Venerable José Gregorio para obtener de Dios misericordioso la gracia de la sanación. Y debe ser oración de varios fieles, es decir, la gracia de la curación debe ser fruto de la oración comunitaria de una familia, de unos vecinos, de una comunidad religiosa, a Dios Nuestro Señor por intercesión del Dr. Hernández”, añadió.

Por ello, exhortó a las personas que sepan de un hecho presuntamente milagroso, enviar la información completa a través de los párrocos o directamente a Mons. Fernando Castro, Obispo Auxiliar de Caracas y Vice-postulador de la Causa de Beatificación del médico, para que sea estudiado.

El Cardenal recordó que mientras no sea declarado beato, no se debe tributar al José Gregorio Hernández “los honores del culto público”, como tener imágenes suyas en los templos u oratorios públicos ni usar “el término de ‘Santuario del Dr. José Gregorio Hernández’, ni invocarlo en actos litúrgicos, ni ofrecer el Santo Sacrificio de la Misa en acción de gracias a él, sino por su pronta beatificación”.

Su vida

Nació el 26 de octubre de 1864 en Isnotú, Estado Trujillo. Se graduó de médico en 1888 en la Universidad Central de Venezuela. Luego cursó estudios superiores en París (Francia) y, a su regreso a Venezuela, fundó en la Universidad Central las cátedras de Fisiología, Histología y Bacteriología.

“Pero sobre todo, conquistó el corazón de los caraqueños por su abnegada labor como médico, pues atendía con cariño y eficacia a los enfermos de todas las clases sociales, especialmente a los más pobres”, afirmó el Cardenal Urosa.

“Creyente en Jesucristo, moldeado por la fe como hombre virtuoso, vivía intensamente los sacramentos, de manera particular la Eucaristía y la Reconciliación. Descolló especialmente por la práctica del amor al prójimo, pues veía a Cristo presente en sus enfermos, sin distinción de condición social. De hecho, su muerte, que tuvo lugar el 29 de junio de 1919, lo sorprendió cuando iba a llevar las medicinas que él mismo había recetado a una señora enferma que estaba atendiendo”.

Su ejemplo de vida, afirmó, hizo que la población de Caracas lo llamara “el Médico de los pobres”.

Para más información se puede escribir a causajosegregorio@gmail.com