3 de noviembre de 2008 / 09:35 AM
El Secretario del Pontificio Consejo para la Pastoral de los Emigrantes e Itinerantes, Mons. Agostino Marchetto, precisó que "los emigrantes no son solo un problema, sino también un don para nuestras sociedades", en su intervención durante el segundo Foro Mundial sobre Emigración y Desarrollo, que se celebró en Manila (Filipinas) del 27 al 30 de octubre; y dada a conocer hoy.
En su discurso del 29 de octubre, el Prelado vaticano afirmó que "toda forma de migración temporánea y circular nunca se debería considerar un pretexto para evitar el pleno respeto de los derechos de los emigrantes, y concretamente de su derecho a la reunificación familiar, al reconocimiento de su contribución al desarrollo, tanto por medio del trabajo como de los ahorros que envía a casa".
"Todo fracaso en este ámbito indicaría una falta de políticas de integración y cooperación en los países de llegada, así como de políticas de desarrollo nacional en aquellos de origen", advirtió.