Con el contrato firmado entre el Arzobispo de Valencia, Mons. Agustín García-Gasco, y una constructora local se inician los trabajos para la edificación de la primera parroquia dedicada a los 233 mártires valencianos que murieron durante la persecución religiosa de 1936, que fueron beatificados por Juan Pablo II en 2001.
Según informó a la agencia AVAN, el párroco para el nuevo templo, P. José Ricardo Albelda, la parroquia-santuario tendrá capacidad para 847 personas sentadas, ocupará más de tres mil 300 metros cuadrados y tendrá cien metros de longitud total. Sobre el techo la cubierta será revestida con una especie de mosaico de pequeños azulejos. Contará con un campanario de 28 metros de altura y 8 campanas.
Asimismo dispondrá de una capilla para el culto diario con capacidad para más de 200 personas y un salón de actos para otras 200. El altar mayor reproducirá en la mesa el frontis del sepulcro del primer mártir de la historia valenciana, San Vicente, e incluirá reliquias de los mártires valencianos.