Grupos pro-vida denunciaron que las últimas cifras de la Oficina Nacional de Estadísticas evidencian el incremento de abortos de niños con discapacidades que pueden ser corregidas médicamente, como pies deformados y paladar fisurado.
“Estas figuras son sintomáticas de la tendencia eugenésica de la sociedad consumista que elimina cualquier deformidad, incluso al costo de su propia dignidad”, afirmó Jacqueline Laing de la Universidad Metropolitana de Londres.
“Estamos eliminando la voluntad de las personas a aceptar las discapacidades. Los bebés deben encajar a la descripción de ‘normalidad’ antes de que se les permita nacer”, agregó Laing.