La indignación pública sin precedentes por la ola de ataques en Pakistán, que dejó ocho cristianos asesinados, ha impulsado la esperanza de cambios urgentes para proteger a los grupos minoritarios.
En los últimos días los medios de todo el país han dado amplia cobertura a la masacre de Punjab Gojra, y las sucesivas protestas, huelgas, vigilias de oración y visitas de distintas autoridades, incluyendo al Primer Ministro de Pakistán, Yousuf Raza Gilani, quien anunció una revisión de las leyes sobre el trato a las minorías religiosas.
El Obispo de Faisalabad, diócesis donde ocurrieron los ataques, Mons. Joseph Coutts, declaró a la asociación Ayuda a la Iglesia Necesitada que ésta es una rara oportunidad para que el gobierno de Pakistán introduzca cambios a las leyes.