El prelado, en su homilía, aseguró que "el Año Jubilar, hermanos, es un momento propicio para renovar nuestra vida de fe, un tiempo de alegría que nos brinda una nueva oportunidad de ser tocados por la misericordia desbordante de nuestro Dios, que ensalza a los que ponen su confianza en su bondad".
Pero también señaló que "es una oportunidad que Dios nos regala a todos los diocesanos de Osma-Soria". "Vivimos, frecuentemente, de espaldas a Dios. Estamos necesitados de conversión. Hemos de redescubrir nuestra condición de hijos de Dios, experimentar el tierno abrazo de Dios en el perdón y su amor sin reservas de Padre bueno que nos hace revivir, lo que bíblicamente es 'volver a Dios', 'ponernos de cara a Dios'".
Después de invitar a los fieles a frecuentar los sacramentos con asiduidad, el Obispo subrayó que "este 75 aniversario es una ocasión excepcional para extender y fomentar la adoración y el amor a Jesús Sacramentado, y atraer muchas personas hacia Él para que puedan gozar y enriquecerse de la gracia jubilar".