Al finalizar la Eucaristía en ocasión de la 13º Jornada de la Vida Consagrada, el Papa Benedicto XVI se dirigió a los miembros de las congregaciones, institutos de vida consagrada y sociedades de vida apostólica presentes en la Basílica de San Pedro y los alentó a imitar a San Pablo en el seguimiento de Jesús, pues hacerlo es "una vía privilegiada para corresponder hasta el final a vuestra vocación de especial consagración en la Iglesia".
Tras la finalización de la Misa presidida por el Cardenal Franc Rodé, Prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, el Papa se refirió a San Pablo, en este año dedicado al Apóstol, "que siempre se ha considerado padre y maestro de cuantos, llamados por el Señor, han decidido entregarse sin condiciones a Él y a su Evangelio".
El estilo de vida de San Pablo, continuó, "expresa la sustancia de la vida consagrada inspirada en los consejos evangélicos de pobreza, castidad y obediencia. En la vida de pobreza vio la garantía de un anuncio del Evangelio realizado de modo totalmente gratuito, que expresa al mismo tiempo la concreta solidaridad con los hermanos necesitados".