Tres arzobispos latinoamericanos que presiden importantes organismos de la Iglesia Católica pidieron ayudar a los miles de migrantes que se encuentran varados en la selva del Darién, en la frontera entre Colombia y Panamá, en dirección a los Estados Unidos, expuestos a redes delincuenciales y a los riesgos propios de la zona.
El miércoles 11 agosto, se publicó un comunicado conjunto de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), la Red Eclesial Latinoamericana y Caribeña de Migración, Desplazamiento, Refugio y Trata de Personas (CLAMOR) y el Secretariado Episcopal de América Central (SEDAC) para proponer acciones ante la crisis humanitaria en la zona fronteriza.
El comunicado está firmado por Mons. Luis José Rueda Aparicio, Arzobispo de Bogotá y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia; Mons. Gustavo Rodríguez, Arzobispo de Yucatán (México) y presidente de CLAMOR; Mons. José Luis Escobar Alas, Arzobispo de San Salvador y presidente del SEDAC.