Iglesia insiste en prevenir el SIDA con recta educación, dice Cardenal ante la ONU

El Cardenal Javier Lozano Barragán, Presidente del Pontificio Consejo para la Pastoral de la Salud, señaló ante la ONU que la Santa Sede y la Iglesia Católica en el mundo insiste en prevenir la transmisión de la pandemia del SIDA mediante una recta educación.

Al hablar ante la Asamblea General de las Naciones Unidas durante la Reunión de alto nivel y examen amplio de los progresos alcanzados en el cumplimiento de las metas fijadas en la Declaración de Compromiso sobre el VIH/SIDA; el Cardenal mexicano señaló que “el Papa abriga una gran preocupación por el avance de la Pandemia y garantiza la continuidad e incremento del trabajo que la Iglesia Católica lleva a cabo para frenar esta desgracia”.  

Desde el inicio de la pandemia del SIDA –explicó el Purpurado– la Iglesia Ctólica la ha combatido desde los niveles médicos, sociales y espirituales. El 26,7 por ciento de los centros en el mundo para tratar enfermos de VIH/SIDA están dentro de la Iglesia Católica”.

Además, explicando el compromiso incomparable de la Iglesia Católica, el Cardenal recordó que Caritas Internacional trabaja en 102 países; además de otras organizaciones que actúan en  62 países: 28 de África, 9 de América, 6 de Asia, 16 de Europa y 3 de Oceanía.

“En la prevención –subrayó el Cardenal Lozano– insistimos en la información y educación hacia conductas dirigidas a evitar la pandemia”.

“Somos conscientes de que el papel de la familia en el campo de la formación y de la educación es indispensable y eficaz", precisó.

El Presidente del Pontificio Consejo para la Pastoral de los Agentes Sanitarios señaló además que, en vistas al cuidado y asistencia de los enfermos, “acentuamos la capacitación de médicos y personal para médico, de capellanes y voluntarios; combatimos el estigma, facilitamos el diagnóstico, el "counselling" y la Reconciliación”.

Además, “proveemos los antiretrovirales, los medicamentos para evitar la transmisión vertical materno filial y el contagio sanguíneo. En el ramo de la atención y acompañamiento al enfermo evitamos los contagios, atendemos a huérfanos y viudas, a los presos, ayudamos a la reintegración social de estos enfermos y colaboramos con los Gobiernos y demás Instituciones que se ocupan de la pandemia, tanto a nivel ecuménico como civil”.

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El Buen Samaritano