En un comunicado difundido por la Conferencia Episcopal de Uruguay, la diócesis de Mercedes expresó su "preocupación y dolor" por la disminución y cierre de fuentes de trabajo que afectan a cientos de familias de las zonas de Soriano y Colonia.
"Esto provoca inestabilidad, incertidumbre económica y social para aquellos que no tienen otro capital que no sea su trabajo o la pequeña empresa familiar en el sector agropecuario", advirtieron.
El 13 de febrero, la papelera Fanapel anunció su cierre y dejó a 300 personas sin trabajo. Además, el Molino Dolores se encuentra sin actividad productiva desde el 31 de enero y tiene paralizados a sus 250 trabajadores.