La comunidad católica de Mongolia recuperó la comunión tras "20 años de incomprensiones y divisiones", gracias a los lineamientos contenidos en la Carta que el Papa Benedicto XVI envió hace menos de un año a los católicos de China.
Según informó la agencia vaticana Fides, como "signo de comunión, en el contexto de la difícil y dolorosa historia de la comunidad católica" más de mil quinientos feligreses participaron del Primer Congreso de Evangelización, celebrado recientemente en la diócesis de Bao Tou.
"Ahora la Iglesia está nuevamente unida; puedo finalmente volver a la casa del Padre con la conciencia en su sitio y sin rencor", afirmó un anciano de la pequeña comunidad católica y aseguró que todos están dispuestos a "escuchar la enseñanza de los apóstoles, en la unión fraterna, en la fracción del pan y en la oración".