Los obispos de México lograron convencer a las autoridades mexicanas que el debate en torno a la llamada “píldora del día siguiente” sólo puede ser resuelto mediante un panel científico.
El debate en torno a la también llamada “anticoncepción oral de emergencia” (AOE) se suscitó cuando la Secretaría de Salud decidió incluir este fármaco en la Norma Oficial Mexicana de Planificación Familiar. Debido a su carácter abortivo –ya que impide la anidación del nuevo ser en el vientre materno-, las organizaciones pro-vida mexicanas señalaron que su inclusión suponía la violación de la Constitución mexicana que reconoce el derecho a la vida del no-nacido.
Por el mismo motivo, los obispos recordaron que quienes recurran al uso de la AOE, son pasibles de las mismas penas canónicas contempladas para el aborto, es decir, la excomunión.