En este mes de agosto, la Iglesia en Japón ha propuesto a los fieles de ese país conmemorar el aniversario del bombardeo de Hiroshima y Nagasaki, además del fin de la Segunda Guerra Mundial, con los "Diez días por la paz".
En un mensaje firmado por el Arzobispo de Osaka y Presidente de la Conferencia Episcopal Japonesa, Mons. Leo Jun Ikenaga, se explica que las celebraciones comenzarán el 6 de agosto, en recuerdo de la bomba de Hiroshima, proseguirán el 9 de agosto, recordando la bomba de Nagasaki y concluirán el 15 de agosto al conmemorarse el fin de la Segunda Guerra Mundial.
En el mensaje el Prelado subraya la frase que Juan Pablo II pronunciara en su visita a Hiroshima: "para recordar el pasado es necesario esforzarse por el futuro". El eco de estas palabras, dice el Arzobispo, "está presente en nuestra mente también ahora porque está siempre presente el pedido por la total abolición de las armas atómicas".