La Conferencia de Obispos Católicos de Escocia advirtió que debido a las restricciones de libertad de expresión del país, la posición de la Iglesia sobre el matrimonio o la sexualidad humana podría ser considerada como un intento de incitación al odio.
El sectarismo y los crímenes motivados por el anticatolicismo han aumentado en Escocia en los últimos años y los católicos están cada vez más preocupados de que el Gobierno pueda considerar su fe como "discurso de odio", según informes locales.
"Se debe tener cuidado para dar espacio al debate y un intercambio de opiniones sólido, asegurando que el 'odio' no incluya el tipo de discurso ordinario en el que las personas sostienen razonablemente opiniones opuestas", se lee en la declaración del obispo presentada a consulta del Gobierno escocés sobre crímenes de odio.