El Presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, Cardenal Rubén Salazar Gómez, hizo un llamado al Congreso de la República, manifestando la preocupación de la Iglesia frente a la crítica situación del Sistema General de Seguridad Social en el tema de la salud. En la misiva también expresó el rechazo de los Obispos a cualquier apoyo "a la injusta práctica del aborto".

En una carta enviada al doctor Juan Fernando Cristo, Presidente del Congreso de la República, el Cardenal propuso algunas recomendaciones entre las que están que "la reforma del sistema sanitario debe partir del reconocimiento de la salud como derecho fundamental y prioritario de los colombianos".

La reforma debe "estimular y reflejar un profundo cambio de mentalidad ética que ponga el bien de la persona humana, del paciente, por encima de cualquier otro interés legítimo. Para ello, es necesario entender que la salud no se agota en la dimensión biofísica sino que incorpora también el bien emocional y espiritual de la persona".

"La reforma del sistema sanitario debe reafirmar la insustituible responsabilidad del Estado frente al bienestar integral de sus ciudadanos. Para ello, la participación de entes gubernamentales y de entidades privadas en el sistema de sanidad pública debe estar supeditada a la tutela prioritaria del derecho a la salud del que el Estado debe hacerse eficaz garante. La salud no puede verse reducida a un negocio sometido a las leyes de la oferta y de la demanda".

Tras señalar que la reforma debe favorecer la equidad y la integración, el Cardenal resalta que es importante "establecer mecanismos efectivos de control de precios de los medicamentos, particularmente de los productos monopólicos, que en Colombia registran niveles muy superiores a los de países de América Latina e incluso de países desarrollados".

El también Arzobispo de Bogotá resalta luego que "la dimensión ética del personal sanitario y de las instituciones de salud debe ser una prioridad de la reforma del sistema. En efecto, solo un personal capacitado, no sólo en el campo técnico, sino también ético y moral podrá tomar conciencia de la dignidad humana del paciente, buscando los medios más adecuados para hacer frente a sus necesidades materiales y espirituales".

Para concluir, el Cardenal Rubén Salazar subraya que "los Obispos de Colombia rechazamos enérgicamente cualquier tentativo de favorecer la injusta práctica del aborto o de cualquier otra disposición que viole el inalienable derecho a la vida, desde la concepción hasta su fin natural".

Para leer la carta completa ingrese a: http://www.cec.org.co/images/Documentos/2013-Carta-congreso-Salud.pdf