19 de junio de 2013 / 12:20 PM
El Presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), Cardenal Rubén Salazar Gómez reiteró su defensa de la familia y el derecho fundamental a la objeción de conciencia, ante el fallo de la Corte Constitucional que establece la obligación para jueces y notarios de formalizar las uniones entre personas del mismo sexo.
La sentencia C-577 de 2011 de la Corte Constitucional estableció que a partir del 20 de junio de 2013 los notarios y jueces de la República tienen la obligación de formalizar las uniones entre personas del mismo sexo por medio de un contrato solemne. De acuerdo al fallo las uniones homosexuales resultantes estarían equiparadas a la familia y gozarían de los derechos que tiene ésta en el ordenamiento civil colombiano.
Durante una rueda de prensa realizada en la sede del Episcopado Colombiano, el Cardenal Rubén Salazar Góme, indicó que ante estas "graves ambigüedades éticas y jurídicas, es deber ineludible de la Iglesia Católica" recordar que "el matrimonio y la familia existen, únicamente, entre dos personas de sexo opuesto que por medio de la recíproca donación tienden a la comunión de sus personas y a la procreación".