Iglesia en Colombia: No podemos quedarnos con una reconciliación “falsa o barata”

El nuevo Presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), Mons. Luis Augusto Castro, resaltó que la Iglesia ha trabajado y sigue trabajando para lograr la paz y la reconciliación real en el país.

En conferencia de prensa luego de su elección como presidente de la CEC, Mons. Castro habló sobre las negociaciones del gobierno con la guerrilla narcoterrorista de las FARC, y comentó que "si me pusieron aquí en este cargo es para que siguiera acompañando todo este esfuerzo de la Iglesia colombiana en favor de la paz. (…) Estoy seguro que ese fue el criterio prioritario por el cual los obispos me quisieron elegir como Presidente de la Conferencia Episcopal".

El también Arzobispo de Tunja dijo luego que el postconflicto con la guerrilla "es una etapa muy delicada. Creo que ya estamos en cierta forma en el postconflicto, pero se nos viene algo muy pesado en el que todos debemos estar (…) Primero la reconciliación: no podemos quedarnos con una reconciliación barata o falsa o que sea en realidad un disfraz de la impunidad. Tiene que ser una verdadera reconciliación".

El Prelado dijo asimismo que "por eso la tarea que tiene el Gobierno en La Habana es muy complicada porque hasta ahora se ha avanzado en lo fácil, se trata de conceptos. Acá tienen que manejar el corazón y la guerrilla tiene que saber pedir perdón y no de dientes para afuera. Debe responder por las cosas que hizo en el marco de la justicia transicional, eso lo sabemos todos".

"Las cosas tienen que ser claras para que no queden resentimiento ni rencor en los corazones, pues no podemos repetir la historia de otros países, donde se firmaron todas las paces del mundo pero cada uno siguió odiando porque no hubo realmente reconciliación.

Creo que me pusieron como un signo de que la Iglesia de Colombia trabaja y sigue trabajando por la reconciliación del país".

En cuanto a la guerrilla Ejército de Liberación Nacional (ELN), el Arzobispo dijo que "ellos son 'especialistas' en dialogar y lo hacen con unas ganas 'terribles', pero cuando llega el momento de asumir compromisos se levantan de la mesa. Eso así no sirve".

"El diálogo debe ir por el camino eficaz y real hacia la consecución de la paz en el país. En ese sentido, que les abran todas las puertas y para hacer un proceso que llegue al desarme, porque, si no llegamos todo es pura fantasía y nada más", alertó.

Para concluir, el Arzobispo indicó que "si nos ponemos de afán (apresuramos) en estas cosas tan delicadas, podemos saltarnos elementos importantes, como por ejemplo trabajar por una reconciliación real, porque hay reconciliaciones rápidas (que se consiguen solo) por lograr un objetivo inmediato, pero lo que se necesita es una reconciliación real".

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