24 de agosto de 2010 / 03:30 PM
Tras una declaración pública del mediador de la policía de Irlanda del Norte en la que se dijo que la Iglesia Católica encubrió a un sacerdote supuestamente vinculado a un atentado terrorista en 1972 en la localidad de Claudy, los obispos dieron a conocer un comunicado en el que señalan la falsedad de esta afirmación y explican que el P. James Chesney, ya fallecido, señaló siempre que no estuvo involucrado en este deplorable hecho.
El atentado fue atribuido entonces al IRA y se consideró al Padre Chesney como sospechoso aunque nunca se le detuvo ni se le interrogó. Pero las autoridades eclesiásticas locales sí lo hicieron: el entonces Obispo de Derry, Mons. Neil Farren, y luego su sucesor Mons. Edward Daly. En ambos casos el sacerdote negó su participación. El entonces Arzobispo de Armagh, Cardenal William Conway, también estuvo al tanto del asunto y en 1978, se decidió transferir al sacerdote a una parroquia del condado de Donegal donde falleció en 1980.
La declaración conjunta del Arzobispo de Armagh, Cardenal Seán Brady; y Mons. Séamus Hegarty, Obispo de Derry, dada a conocer hoy recuerda que el atentado del 31 de Julio de 1972, hace casi 40 años, en Claudy "fue un crimen deplorable" en el que fallecieron nueve personas y muchas otras resultaron afectadas.