3 de mayo de 2004 / 11:59 AM
En alusión al histórico momento que atraviesa el continente con la incorporación de diez nuevos países a la Unión Europea (UE), el Papa Juan Pablo II afirmó que la identidad de Europa sería incomprensible sin el cristianismo.
“La historia de la formación de las naciones europeas camina al unísono con la evangelización. Por tanto, no obstante las crisis espirituales que han jalonado la vida del continente hasta nuestros días, su identidad sería incomprensible sin el cristianismo", señaló el Pontífice antes de rezar este domingo el Regina Coeli con los feligreses reunidos en la Plaza de San Pedro.
Juan Pablo II recordó que “si la unidad de los pueblos europeos quiere ser duradera no puede ser solamente económica y política. Como ya recordé en mi peregrinación a Compostela, en noviembre de 1982, el alma de Europa sigue hoy estando unida porque su punto de referencia son los valores comunes humanos y cristianos”.