San Pancracio fue un joven convertido al cristianismo, que murió ofreciendo la vida en el martirio a los 14 años.
Nació en Frigia, una antigua región de Asia Menor que ocupaba la mayor parte de la península de Anatolia, en el año 289 d.C. Su padre fue un noble pagano que falleció cuando Pancracio sólo tenía siete años. Por eso, quedó al cuidado de su tío Dionisio, con quien se fue a vivir a Roma.
Ambos recibieron el mensaje de Cristo gracias a un criado cristiano y se convirtieron a la fe católica. Ya bautizados, comenzaron a vivir intensamente su nueva vida, participaban en la Eucaristía y los sacramentos, compartían sus bienes materiales con la comunidad eclesial y con quienes vivían en la miseria. Se deshicieron de muchas posesiones familiares para entregar esas riquezas a los pobres.