Cada 8 de abril se recuerda a San Dionisio de Corinto, obispo de los primeros siglos de la Iglesia que no debe ser confundido con San Dionisio Areopagita, primer obispo de Atenas.
De acuerdo a los escritos de Eusebio de Cesarea, San Dionisio vivió durante buena parte del siglo II. No se conoce la fecha exacta de su nacimiento, pero se sabe que ya era un hombre maduro hacia el año 171, décimo primero del reinado del emperador romano Marco Aurelio. Dionisio vivió en la ciudad de Corinto, Grecia, llegando a ser obispo de aquella metrópoli, tal y como está registrado en el Martirologio Romano.
Dionisio poseía un admirable conocimiento de la Palabra de Dios, y no sólo se encargó de instruir y guiar a la comunidad eclesial de Corinto sino que veló por sus hermanos obispos de otras ciudades y provincias. Prueba de esto es su repertorio epistolar.