Cada 25 de octubre la Iglesia recuerda a San Frutos, Santa Engracia y San Valentín, tres hermanos de Segovia (España) que vivieron como eremitas entre los siglos VII y VIII, en tiempos en los que la península hispánica estaba bajo el dominio de los visigodos.
San Frutos
Frutos nació en el año 642, en el seno de una familia rica que tuvo otros dos hijos: Valentín y Engracia. A la muerte de sus padres, Frutos decidió apartarse del mundo y vivir en soledad, oración y penitencia. Como sus hermanos quisieron secundarlo, vendieron las posesiones familiares y se deshicieron de sus riquezas, repartiendo todo entre los pobres. Después, los hermanos se trasladaron juntos hacia las orillas del río Duratón, donde se establecieron finalmente.