26 de febrero de 2010 / 12:20 PM
El Obispo Castrense de Colombia, Mons. Fabio Suescún Mutis, al comparar el tiempo de Cuaresma con las grandes maratones, recordó que "la Pascua que es morir y resucitar con Cristo, está en el horizonte, como meta de nuestra existencia y de cada Cuaresma".
El Prelado señaló que, como en toda carrera, "para llegar a la meta hay que seguir las instrucciones y las orientaciones de la vía" que nos da la Iglesia al invitarnos a volver a Dios por medio de la oración, la caridad y la abstinencia".
"La Iglesia nos invita a una actitud fundamental en la Cuaresma: querer volver a Dios porque sin Él el vacío existencial es imposible de llenar. Es necesario que el creyente, en el camino de los cuarenta días que conducen a la Pascua, se mantenga en la escucha del Dios que nos anima y nos da las recomendaciones para seguir adelante. De ahí la importancia de meditar y contemplar la Palabra de Vida y de sentir la cercanía del Dios amor en la oración constante", señaló.