El Papa Benedicto XVI dijo que por su indiferencia a la relación más importante, la que debe tener con Dios, el hombre de hoy es considerado sólo en clave biológica, como si fuera un mero "capital humano" o "recurso" de un "engranaje productivo o financiero".
Así lo indicó esta mañana el Santo Padre en su discurso a los participantes de la asamblea plenaria del Pontificio Consejo Justicia y Paz. A ellos les dijo que "si bien la defensa de los derechos ha hecho grandes progresos en nuestro tiempo, la cultura hodierna, caracterizada entre otros por un individualismo utilitarista y un economicismo tecnocrático, tiende a menospreciar a la persona".
"Esta es concebida como un ser ‘fluido’, sin consistencia permanente. Pese a estar inmerso en una red infinita de relaciones y comunicaciones, el hombre de hoy paradójicamente aparece con frecuencia como un ser aislado, porque es indiferente respecto a la relación constitutiva de su ser, que es la raíz de todas las otras relaciones, la relación con Dios".