Holocausto silencioso del aborto no es progreso, afirma Obispo español

El Obispo de Segorbe-Castellón, Mons. Juan Antonio Reig, calificó el aborto de “holocausto silencioso”, negó que pudiera ser considerado un “progreso” y juzgó al Estado que lo promueve de “totalitario”.

En "Alba", la hoja parroquial de la diócesis valenciana, el Prelado denunció que en España se cometen 77 mil abortos al año y advirtió que “la crisis más seria que pueda darse en la sociedad española es aceptar este holocausto silencioso y afirmarlo como progreso".

En el informativo, el Obispo castellonense se refirió al "síndrome postaborto", que "padecen la mayoría de quienes han abortado" y que conduce "a trastornos que requieren ayuda psiquiátrica y espiritual".

"Destruir a un niño en el vientre de su madre puede ser relativamente sencillo, pero no lo es tanto sacarlo de su mente y de su corazón. A veces, el síndrome postaborto es incurable. Son muchos los casos en que sólo el sacramento de la penitencia y la terapia religiosa curan a la madre", señaló el Obispo.

Mons. Reig indicó que si la madre sufre con el aborto, el Estado sale todavía peor parado de esta "crisis cultural". "Cuando un Estado se hace cómplice de esta libertad despótica, se transforma automáticamente en Estado totalitario". Porque el aborto "es injustificable desde todos los puntos de vista".

Por otro lado, Mons. Reig subrayó la relación entre castidad y fidelidad matrimonial. El Obispo atribuyó los divorcios a la falta de "algo tan olvidado como la castidad". A su juicio, "cuando falta la castidad, que custodia el amor fiel, la relación conyugal se resiente y se abren las puertas para la infidelidad y todo tipo de perversiones".

Además, el Prelado afirmó que otra causa de las rupturas matrimoniales es el egoísmo, porque "ante cualquier dificultad se piensa que la separación y el divorcio son más progreso y libertad que el perdón y la reconciliación".

Finalmente, el Obispo de Castellón expresó su desaprobación a que se le atribuya a la unión entre homosexuales la categoría de matrimonio. “No es lícito nombrar con un mismo término dos realidades diversas”, explicó.