Con ocasión de la celebración de la solemnidad de los Apóstoles San Pedro y San Pablo, el Arzobispo de Madrid, Cardenal Antonio María Rouco, resaltó la importancia del servicio del Sucesor de Pedro en la historia de la comunidad internacional en los últimos siglos.
"El símbolo del Papa, dijo, en los siglos XIX y XX, convierte a la Iglesia en misionera, llevando el Evangelio a todos los rincones del mundo". Así, "no se puede entender la historia de la comunidad internacional en el siglo XX sin el servicio del Sucesor de Pedro", dijo el Purpurado durante la Misa celebrada en la Colegiata de San Isidro ante la proximidad de la festividad del miércoles 29.
Después de indicar que “el ministerio del sucesor de Pedro está en la vocación del hombre de ser llamado a proyectar luz sobre la vida porque ha recibido luz", el Cardenal dijo que "es obligación tener en cuenta la memoria histórica de los dos últimos siglos, de cómo la memoria de Pedro ha ido creciendo en significado hacia dentro de la Iglesia y hacia fuera".