8 de julio de 2020 / 05:46 PM
El hallazgo de uno de los cuerpos de los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa desaparecidos en 2014 es "una esperancita" para sus familiares, dijo recientemente el Obispo de Chilpancingo-Chilapa (México), Mons. Salvador Rangel, pero advirtió que la herida no cerrará mientras no se llegue a la verdad y se haga justicia.
En diálogo con ACI Prensa el 7 de julio, Mons. Rangel, aseguró que "esta herida de los 43 desparecidos nunca va a cerrar mientras no lleguemos a la verdad, y sobre todo es necesario que se haga justicia con las personas que intervinieron en la desaparición de estos muchachos".
La noche del 26 de septiembre de 2014, en medio de un operativo policial que habría ordenado el entonces alcalde de la localidad de Iguala, en el Estado mexicano de Guerrero, 43 jóvenes de entre 18 y 23 años desaparecieron, mientras que otros ocho murieron.