El Obispo de Málaga, Mons. Antonio Dorado Soto, aseguró que la sociedad actual ha pasado de “una cultura creyente a la cultura del silencio respecto a Dios, y de un mundo cristiano a un mundo pagano sin ninguna referencia al Evangelio”.
“Hemos desembocado en la cultura de la ‘indiferencia religiosa’, donde mucha gente, aunque se llame cristiana, vive como si Dios no existiera, porque no influye en su vida personal, familiar, profesional y social” indicó el Prelado y agregó que “la misma religiosidad popular, que hunde sus raíces en el Evangelio, coexiste hoy con los estilos de vida dominantes, que son neopaganos en muchos aspectos”.
En una reciente carta por la fiesta de la Virgen de la Victoria, Patrona de Málaga, Mons. Dorado afirmó que Dios, “creador y amigo del hombre, aparece para muchos como el gran enemigo de la humanidad y del progreso, o como algo sin sentido de lo que se puede y se debe prescindir”.