12 de marzo de 2015 / 11:04 AM
"Somos ministros de la misericordia gracias a la misericordia de Dios; no debemos perder nunca esta mirada sobrenatural que nos hace de verdad humildes, acogedores y misericordiosos hacia todo hermano y hermana que pide confesarse".
El Papa Francisco explicó así la misión del sacerdote en el Sacramento de la Reconciliación durante su discurso a los miembros de la Penitenciaria Apostólica a los que recibió el jueves por la mañana en el Vaticano. Este organismo de la Santa Sede se encarga también de la administración de las indulgencias.
El Santo Padre dijo en su discurso que "no olvidemos nunca, sea como penitentes o como confesores, que ¡no existe ningún pecado que Dios no pueda perdonar! Solo aquello que es escondido a la divina misericordia no puede ser perdonado, como quien se oculta del sol no puede ser iluminado ni recibir calor".