17 de agosto de 2004 / 11:04 AM
Un grupo de investigadores liderados por el arqueólogo Simon Gibson halló al sur de Jerusalén una antigua cueva que conduce a un enorme pozo subterráneo de 28 escalones que habría sido usado por San Juan Bautista para bautizar a sus discípulos.
Según informó Associated Press, en el tanque decorado con distintos símbolos –entre ellos una cruz– se halló también una piedra que habría servido para el lavado de los pies, pues posee una hendidura para que encaje la horma de un pie de adulto.
“En apariencia, en este lugar estaría el eslabón que conecta el bautismo judío y el cristiano”, afirmó Simon, quien supervisó la excavación junto con el arqueólogo israelí Rafi Lewis, iniciada en 1999 en tierras del kibutz Tzuba.