Desde que la jueza Sandra Day O’Connor anunció su retiro hace dos semanas, la expectativa por conocer el nombre del nuevo juez de la Corte Suprema de Estados Unidos fue en aumento. Anoche, el Presidente George W. Bush nombró al juez John Roberts para que asumiera el cargo; nombramiento que ha generado reacciones positivas de los pro-vida, mientras que los abortistas parecen haber recibido con desagrado la noticia.
Históricamente la jueza O’Connor votó algunas a veces a favor y otras en contra en asuntos relacionados a la defensa de la vida. Para algunos observadores, este cambio en la Corte Suprema podría ser el inicio de la anulación del caso Roe vs. Wade, que legalizó el aborto en Estados Unidos desde 1973.
Rob Schneck, presidente del Consejo Nacional de Clérigos, indicó que el “nombramiento del juez John G. Roberts es la respuesta a las oraciones de millones de estadounidenses. El Presidente (Bush) ha demostrado enorme coraje moral con esto y merece la cooperación total del Senado para la confirmación del nombramiento”.