El Consejo de Ministros de Suiza presentó dos proyectos para modificar la ley de eutanasia y así frenar el turismo de la muerte, que atrae al país personas de otras nacionalidades con el único fin de suicidarse.
Según la prensa, en el año 2007, de 400 casos de muerte asistida, 132 procedían de Alemania o Reino Unido.
Las iniciativas exigen nuevos requisitos antes de aplicar la eutanasia, como que se presenten dos confirmaciones médicas independientes que afirmen que la persona puede decidir por sí misma y que padece de una enfermedad terminal de corta duración. Es decir que los enfermos crónicos y mentales quedarían descartados.