El Ministro de Justicia, Juan Fernando López Aguilar, reiteró el propósito del Gobierno de proceder “de forma inmediata, a la vuelta del verano” a una reforma de la Ley del Divorcio para reducir el tiempo para obtener la disolución del matrimonio, que entrará en vigencia en 2005.
“De esa forma ahorraremos mucho sufrimiento, favoreciendo una causa elemental: la libre disposición sobre las formas de convivencia de los ciudadanos que en un régimen de libertades entran y salen del matrimonio sin excesivos rigores ni innecesarios padecimientos”, señaló el Ministro.
Según López, no puede mantenerse que el divorcio sea consecuencia de separaciones previas de hasta dos años, sino que debe ser libremente accesible por las partes y debe poder invocarse inmediatamente ante los tribunales, para que sólo estuviese pendiente de la tramitación del procedimiento civil.