El Gobierno de Eritrea ha llamado al servicio militar a sacerdotes y seminaristas menores de 40 años, ante los temores de un eventual conflicto fronterizo con Etiopía. Aunque los tres obispos católicos del país africano han explicado a las autoridades que la labor de los sacerdotes es incompatible con la labor del Ejército, el Gobierno los ignora.
Según informó la organización Ayuda a la Iglesia que Sufre (AIS), "a pesar de que los católicos representan a una pequeña minoría en un país dominado por la Iglesia eritrea-ortodoxa y el Islam, el papel que desempeñan en la educación y la asistencia social ha infundido en los obispos el valor suficiente como para manifestarse ante la noticia de que el Gobierno está incrementando las tropas ubicadas en la frontera con Etiopía".
AIS recordó que "las tropas de paz de las Naciones Unidas controlan la frontera desde el fin de la guerra entre Etiopía y Eritrea en 2000, pero ahora la ONU tiene previsto retirar parte de sus 3.000 efectivos. Esta medida resulta preocupante para la estabilidad futura de la zona".