22 de febrero de 2013 / 10:42 AM
La aprobación de la "Human Rights and Anti-Discrimination Bill", una nueva ley que busca respaldar la agenda del lobby gay, podría ser contraproducente para la Iglesia y las diversas organizaciones cristianas existentes en Australia, pues obligaría a estas a contratar, por ejemplo, maestros homosexuales en escuelas católicas.
El proyecto de ley, en discusión en el Parlamento de Australia, elimina las excepciones que tiene la Iglesia y las de otras organizaciones cristianas que administran escuelas, hospitales, centros de atención social.
Según las disposiciones vigentes, estas instituciones podían, por ejemplo, no contratar a homosexuales como maestros, no incluirlos en los servicios de adopción para niños o tampoco admitir a parejas del mismo sexo en los servicios prestados a las parejas.