El Arzobispo de Valencia, Mons. Agustín García-Gasco, afirmó que “no se puede gobernar ni construir una sociedad como si Dios no existiera”, porque ello “sólo conduce a la injusticia, a la desintegración de la vida personal y social”.
El Prelado hizo estas declaraciones este domingo en la Catedral valenciana durante la Misa con motivo de la fiesta de San Vicente Mártir, patrón de la arquidiócesis. En la celebración estuvieron presentes la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, junto a varios concejales, autoridades militares locales y centenares de fieles.
“Todas las decadencias morales y la gravedad de problemas de nuestro tiempo como el terrorismo, la violencia contra las mujeres y los niños, la desintegración de la familia y de los vínculos familiares, son consecuencias de algunos que se empeñan por construir la vida y el mundo de espaldas a Dios, contra Dios mismo”, aseguró el Arzobispo.