El Arzobispo de Kirkuk, Mons. Louis Sako, alertó que el futuro de los cristianos en Irak "pende de un hilo" y que la poca confianza que había en los fieles para un futuro mejor en el corto y mediano plazo, ha sido "destruida" por la situación de seguridad que cada vez empeora más.
En una entrevista concedida a la organización internacional católica Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN), el Prelado denunció que los cristianos iraquíes son "un blanco fácil para los criminales" dado que el sistema de seguridad es "ineficiente y no profesional" y que hace que cada vez más personas estén desesperadas por irse del país.
Tras explicar que ahora en el sur del país solo hay 300 familias cristianas y menos de 400 mil fieles en todo el país, el Prelado expresó que se siente "más pesimista que nunca. No tenemos la misma esperanza de antes. No veo ningún signo de esperanza y nuestro futuro pende de un hilo. Estamos en los días malos. Todo grupo involucrado en actividades criminales parece estar activo. El gobierno y la policía están haciendo lo mejor que pueden pero son incapaces de controlar la situación".