Líderes cristianos y musulmanes expresaron su condena tras las protestas organizadas por grupos islámicos fundamentalistas para bloquear la construcción de una iglesia católica en Tangerang, en la parte occidental de la isla de Java, a unos 25 kilómetros de Jakarta.

Un grupo de más de 200 militantes del Islamic Defenders Front (FPI) trató de detener el comienzo de la obra. Según la Iglesia local, los grupos islamistas están tratando de "sembrar la división religiosa". Los fieles católicos de la parroquia de Santa Bernardita afirman que tienen un permiso válido para la construcción de la iglesia, con capacidad para unos 11 mil fieles.

El párroco local, el padre Paulus Dalu Lubur, dijo a la agencia Fides que "todavía no hemos fijado la fecha de colocación de la primera piedra, por lo que no entiendo las protestas debido a que el edificio cuenta con la aprobación de los líderes religiosos locales, entre ellos los musulmanes".

Entre la población de Tangerang circulan panfletos del Islamic Defenders Front (Fpi) y de otras organizaciones islámicas unidas en el foro islámico "Sudimara Pinang", que se oponen a la construcción, porque "la Iglesia es una amenaza para el Islam, y si la construcción de la iglesia continúa, los cristianos convertirán a los musulmanes en los próximos decenios".

Los líderes de los musulmanes de Tangerang han tomado distancia de esta posición, afirmando que "no es correcto fomentar las tensiones religiosas" y apelando a la tolerancia entre religiones y a la coexistencia pacífica, característica esencial de Indonesia.

Según Benedict Roger, uno de los líderes católicos de la ONG "Christian Solidarity Worldwide", el episodio es una llamada de atención sobre el tema de la libertad religiosa.

Al regresar de un viaje a Indonesia, recordando los ataques sufridos también por parte de de otras minorías religiosas, como chiítas y ahmadíes, Rogers afirma a Fides que "si bien muchos de los indonesios siguen comprometidos con la armonía religiosa, el presidente Susilo Bambang Yudhoyono y su gobierno no están haciendo nada para combatir la intolerancia. No sólo no protegen a las minorías religiosas, sino que en los últimos diez años establecieron leyes que violan la libertad religiosa".