La iglesia católica de Heights, en Houston (Texas), fue víctima en los últimos meses del ataque de fundamentalistas, que en tres ocasiones destruyeron imágenes de la Virgen María.
El primero de estos atentados ocurrió en marzo, durante la celebración del Domingo de Ramos. Alguien ingresó al templo y empujó una imagen de Nuestra Señora de Lourdes. Esta estatua fue reemplazada por una de Nuestra Señora de Guadalupe, la misma que días después, también en marzo, fue rociada con pintura negra y puesta al revés.
Los feligreses pusieron en su lugar una nueva imagen de la misma advocación, pero el 5 de julio esta fue destruida.