La Fundación Masihi, que se ocupa del asesoramiento legal de Asia Bibi, la primera mujer cristiana condenada a muerte en Pakistán bajo la polémica "Ley de Blasfemia", teme que sea ejecutada en prisión.
La fundación lanzó esta alarma a la agencia vaticana Fides pocos días después que el líder extremista musulmán Yousaf Qureshi ofreciera una recompensa de 500 mil rupias (unos seis mil dólares) a quien asesine a Asia.
"Es necesario continuar la campaña por su liberación inmediata y por la abolición de la ley sobre la blasfemia. Es una cuestión fundamental para el respeto de los derechos humanos en Pakistán", declaró a Fides Haroon Barket Masih, presidente de la "Fundación Masihi", recordando el Día de los Derechos Humanos de la ONU que se celebró el 10 de diciembre.