La Fundación Populorum Progressio del Vaticano destinó un fondo de dos millones de dólares para financiar 171 proyectos de salud, capacitación para el trabajo, creación de microempresas, entre otros proyectos de desarrollo y promoción humana con el fin de salir al encuentro de los más necesitados en 19 países de Latinoamérica.

Esta noticia se dió a conocer al término de la Reunión Anual del Consejo de Administración de la Fundación Populorum Progressio, que se llevó a cabo del 17 al 21 de junio en la ciudad de Arequipa, al sur del Perú, y que contó con la participación del Cardenal Robert Sarah, Prefecto del Pontificio Consejo Cor Unum de la Santa Sede.

En la reunión también  participaron los Arzobispos de La Paz (Bolivia), Villavicencio (Colombia), Guayaquil (Ecuador), San Salvador de Bahía (Brasil) y el Arzobispo de Arequipa, Mons. Javier Del Río, anfitrión del encuentro.

El Cardenal Sarah en todo momento ha recordado que la caridad es una obra propia de la Iglesia, que tiene su fuente en Dios que es Amor y cuya finalidad es hacer presente el amor de Dios a todas las personas, especialmente a las más necesitadas.

Los prelados durante las sesiones de trabajo, evaluaron un total de 222 proyectos de ayuda, compartieron momentos de oración, encuentros con representantes de las autoridades locales y de las diversas realidades eclesiales de la Arquidiócesis de Arequipa.

Antes de regresar a Roma, el Cardenal Sarah visitó la obra de Ciudad de Dios: Centro de Desarrollo Humano Integral "Nueva Arequipa" que se inició con aporte del Vaticano.

El Purpurado exhortó a los alumnos del centro a ser perseverantes en el estudio y a no sentirse solos porque Dios los acompaña siempre, y resaltó que en obras como esta donde está el amor de Dios, son producto de la preocupación del Arzobispo y del Papa.

La Fundación Populorum Progressio, fue creada por el beato Papa Juan Pablo II en 1992, con el fin de colaborar con las poblaciones indígenas, campesinas y afrodescendientes de América Latina y el Caribe a través de subsidios que provienen de personas e instituciones fundamentalmente de la Iglesia católica, para proyectos de desarrollo elaborados por las mismas comunidades beneficiadas.