29 de agosto de 2017 / 08:19 PM
En un reciente testimonio que dio en Lima, Perú, la hermana Guadalupe Rodrigo, de la Familia Religiosa del Verbo Encarnado que estuvo seis años en Siria, compartió una lección que aprendió a partir del cambio que produjo la guerra en los cristianos: pasaron de una vida superficial a no tener miedo de morir por amor a Cristo.
Esta religiosa de nacionalidad argentina ha estado durante 18 años en Medio Oriente. Primero en Tierra Santa, después en Egipto y en el 2010 pidió ser destinada a Siria porque en ese entonces la situación socio política era "muy tranquila".
Cuando llegó a Alepo en enero de 2011, Siria "era un país muy calmo porque el gobierno que tenemos allí es laico. No se impone allí la ley islámica como ley civil".