Lo que parecía una tragedia terminó convirtiéndose en un milagro. El 28 de diciembre, Joy Laboda, una niña de 1 año 7 meses de edad sobrevivió luego de perder la respiración y el ritmo cardíaco cerca de 30 minutos al caerse a una piscina, lo que la dejó en la unidad de cuidados intensivos del hospital para niños de Phoenix en los Estados Unidos.
El accidente ocurrió mientras la familia católica Laboda visitaba la casa de unos familiares con motivo de la Navidad. Desde ese entonces, crearon la página de Facebook "Pray for Joy" en la que piden constantemente oraciones para la recuperación de su hija y detallan los avances de su estado de salud.
Joy, a pesar de haber estado en un coma inducido por tener afectados el corazón, cerebro y pulmones, y haber sido operada para remover un coágulo de sangre, luego de dos semanas se encuentra estable y sin daño cerebral, le fue retirado el respirador artificial y ya recibe tratamientos de fisioterapia.