El circo, los cantos, el baile y el teatro fueron parte de la Fiesta del Reino, actividad en la que miles de fieles chilenos salieron a las calles a manifestar su fe católica en una colorida procesión marcada por la piedad popular en la ciudad de Melipilla, cerca de Santiago de Chile.
Bajo el lema "Metan ruido", la Fiesta del Reino surgió como respuesta al llamado que el Papa Francisco hizo a los jóvenes en la Jornada Mundial de la Juventud en Río de Janeiro Brasil a que "hagan lío, que la Iglesia salga a las calles".
La actividad consistió en una peregrinación que reunió a diferentes parroquias en torno al Santo Rosario y la lectura orante de la Palabra de Dios, todo esto acompañado de bailes religiosos y otras expresiones de la piedad popular, que finalizaron con la celebración de la Santa Misa.