"¡Habrá escombros materiales, pero la Iglesia sigue viva!", exclamó Mons. Francisco Javier Stegmeier, Obispo de Villarrica, ante los más de 600 fieles que asistieron a la Misa de Domingo de Ramos en el lugar donde antes se encontraba el Santuario San Sebastián de Vilcún en el sur de Chile, incendiado y destruido la madrugada del 8 de marzo.
Tras atentado, sobre escombros de capilla San Sebastián, ruta Cajon-Vilcún obispo de Villarrica oficia misa de ramos pic.twitter.com/HxWWH8yfLF
- Carlos A Martínez J (@camartinezj) 20 de marzo de 2016