Entonces, durante la Pascua "percibí que era feliz como profesor (…), pero mi felicidad como sacerdote era lo que yo quería, el sacerdocio volvió a ser algo que yo quería". Habló con el obispo sobre esta decisión y que estaba dispuesto a "prepararse para volver", sin saber aún cuando. "Fueron esos meses esperando que el Señor le mostrara el día".
Más adelante, el hermano Augusto, responsable del Hogar San Juan de Dios, dijo que necesitaban un sacerdote. Ya de regreso, el P. Guilherme servirá como capellán en este hogar de ancianos.
Así, el 3 de junio el P. Guillermo regresó al ministerio sacerdotal con una Misa celebrada en su parroquia de origen, Nuestra Señora de Lourdes, algo que considera "un regalo de Dios".
"No me había dado cuenta que era el mes del Sagrado Corazón, que yo iba a celebrar el primer domingo del mes del Sagrado Corazón. Nada de eso había sido planeado, simplemente fueron fechas y vemos la providencia de Dios en todo", afirmó.
Al final de la Eucaristía el sacerdote recibió en procesión a los miembros del Apostolado de la Oración, que besaron sus manos y le dieron un abrazo.
"Este Apostolado de la Oración fue fundado una semana antes de dejar el ministerio" y "la primera intención de ellos fue rezar por mí ", expresó a ACI Digital.
Al señalar que es importante rezar por los sacerdotes, el P. Guillermo subraya que "los miembros de ese Apostolado no podrían rezar para que alguien fuera algo". "Hoy, ellos tienen al Padre Guillermo porque rezaron para que yo fuera feliz. Este es el fruto de su oración. El Apostolado de Oración alcanzó sus oraciones en mi vida porque rezó para que yo fuera feliz", afirmó.
Traducido y a adaptado por Eduardo Berdejo. Publicado originalmente en ACI Digital.