Al concluir la 60° Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI) que se realizó en Asís, el Presidente de este organismo, Cardenal Angelo Bagnasco, señaló que los fieles católicos esperan de sus obispos "la guía segura hacia el Cielo, como solía decir el Santo Cura de Ars", San Juan María Vianney.
En la homilía de la Misa de clausura, el Purpurado recordó que a los obispos "se les ha dado la tarea de custodiar íntegramente el depósito de la fe" por lo que han de estar en guardia "contra las tentaciones de correr en cosas desperdiciando lo que el Señor da como inspiración gracias, encuentros, afectos". Un riesgo, dijo, "que corren también los prelados sobre quienes recaen múltiples y graves responsabilidades".
"Nuestros amados sacerdotes –continuó– deben ver en nosotros los obispos el ejemplo que los precede para confiarse en la voluntad de Dios. Deben ver hombres de obediencia en la fe y el amor: con simplicidad, no con aquello que aleja sino con la humildad de los pequeños y los pobres".
