Miles de fieles se reunieron el domingo por la noche en la Plaza de San Pedro para recordar al Siervo de Dios Juan Pablo II. Todos los presentes rezaron un rosario junto con el Papa Benedicto XVI quien recordó al difunto Pontífice como alguien que vivió plenamente fiel a Dios y con una dedicación total a su misión de Pastor.
Tratando de resumir “la vida y testimonio evangélico” de Juan Pablo II, el Santo Padre dijo que podrían ser utilizadas dos palabras: “fidelidad y dedicación, fidelidad total a Dios y dedicación sin reservas a la propia misión de Pastor de la Iglesia Universal”.
Seguidamente el Pontífice hizo referencia a la larga enfermedad de su predecesor afirmando que fue “afrontada con valor” logrando así que todos estén “más atentos al dolor humano, a todo dolor físico y espiritual”.