6 de diciembre de 2005 / 04:16 AM
El Papa Benedicto XVI recibió de la famosa escudería italiana Ferrari un cheque por 950 mil euros (más de un millón de dólares) para ser destinados a ayuda humanitaria, y el volante de uno de los autos del multicampeón del mundo de Fórmula 1, Michael Schumacher.
En reunión con el presidente de la escudería, Luca Cordero di Montezemolo, éste explicó que el cheque corresponde al dinero recaudado en la subasta –querida por Juan Pablo II– del Ferrari Enzo edición especial número 400, que la empresa regalara al fallecido Pontífice y que la casa Sotheby's vendió en junio a un coleccionista privado estadounidense por 950 mil euros.
El dinero será entregado al Pontificio Consejo Cor Unum, encargado de distribuir la caridad papal, para financiar los proyectos de Cáritas en Asia, especialmente en las zonas devastadas por el maremoto de diciembre de 2004.